"Estoy
aburrida... sumida en la rutina... caí donde menos quería... siento que ya no
soy yo, perdida entre calculadoras, borradores y normativas, no siento los
días, no los vivo, estoy sumida en un mundo que cada día acelera más, en una
ciudad sumergida en la desesperación, en el consumismo, donde te levantas,
comes, trabajas, duermes y vuelves a iniciar tu día intentando sobrevivir en un
bosque de cemento, donde los rayos del sol son opacados por abarrotados muros,
un lugar gris, un entorno donde las personas cada día que pasa bajan más la
mirada, ya no nos vemos a los ojos y las palabras “por favor” y “gracias” son
casi la frase de un conjuro, como si estuviera prohibida su pronunciación,
donde se admiran de actos delictuales grabándolos como héroes pero pasas a ser
victimario del hecho al no hacer nada, donde con un like alimentan la hambruna del
mundo y salvan vidas en él, el morbo se apodera de las personas, la televisión y
las redes sociales, donde es más importante un gol que se perdió o gano, a los problemas
sociales que realmente nos afectan… Estoy aburrida… pero sigo aquí intentando
dar un vuelco, un respiro, un desahogo… intentando sobrevivir…"